Crisis como la que estamos viviendo pueden ser catalizadores de una reestructuración significativa de nuestros modelos de pensamiento y de crecimiento personal.

Ahora, más que nunca, como el lente de una cámara, necesitamos alejarnos y acercarnos para enfocarnos más en nuestras vidas y poder lograr un impacto más significativo para nosotros.

Necesitamos encontrar maneras más creativas para dar forma a nuestro contexto para que podamos lograr aún más impacto. Y nuestro éxito personal dependerá de nuestra capacidad de imaginar y movilizar a otros que puedan aportar valor a quienes nos interesa hacerlo, capturando parte de ese valor para nosotros, de modo que no intentemos hacerlo todo nosotros mismos. Compartamos valor. 

Pero ese cambio no sucederá por sí solo. Depende de superar nuestros egos, sesgos mentales y temores, para tomar medidas. He comprobado durante este mes, que podemos tener mucho más impacto si nos unimos con otros, si crecemos unificadamente e inspirados por oportunidades compartidas.

Si hacemos esto bien, tenemos la ventaja de desatar el potencial exponencial que reside dentro de nosotros y que está ansioso por extenderse.