¿Así que qué hacemos? Ciertamente no será una tarea fácil y se requerirá de hacer una transición rápida y “forzada”, sobre todo de pensamiento. Siento que esta situación de trabajar desde casa genera miedo por parte de las personas y las organizaciones. El miedo es una emoción muy fuerte y debe ser el obstáculo por superar. La creciente presión por el rendimiento y la productividad laboral, que cataliza este miedo no va a desaparecer, en cambio hace que una gran incertidumbre nazca.

“Nos preocupa más saber si una persona es productiva desde su casa, que por el valor que aporta por el resultado de sus acciones”

Tener un pensamiento diferente basado en oportunidades, puede ayudarnos a todos a hacer el viaje del miedo a la pasión por generar un valor distinto al de productividad. Esto debería concebir un cambio al sentido que hoy tiene para nosotros el “trabajo”.