Levantar la mirada y ver a personas solas o acompañadas mirando sus teléfonos celulares rodeadas de una infinidad de personas haciendo lo mismo, es tal vez, la escena que más representa nuestro presente digital. 

Hoy no permanecemos conectados por deseo u obligación, sino por necesidad. La obsesión de estar allí por capturarlo todo, por compartirlo todo. 

En realidad, ¿esto nos ha hecho más humanos?