Si bien el entrenamiento o educación formal a través de la empresa es una ventaja importante, no es una garantía de éxito ni su ausencia es una desventaja fatal.

Mucho menos es responsabilidad de la empresa hacerse cargo de ello.

Lo verdaderamente importante es adquirir conocimiento. Las ganas de aprender es lo que realmente determinará tu futuro. Pensar siempre “verde y en crecimiento”, siempre será la actitud ganadora. Y no el estado mental de estar “maduro y pudriéndote”. Sin duda, la primera opción, es una muestra de tus ganas de seguir aprendiendo y mejorando. Pero sí puedo afirmar, que la educación formal está sobrevalorada. Si, ayuda de algún modo, como toda formación, pero no determina la balanza en un sentido u otro, porque existen y cada vez con mayor abundancia, otras formas valiosas de obtener conocimientos y desarrollar habilidades fuera de las aulas, y casi podría asegurar, que son más prácticas y útiles.

La falta o no de entrenamiento empresarial no es una excusa para no triunfar ni desarrollarse. Siempre hay que tener la convicción de que cada persona debe construir su propio desarrollo y por consecuencia, su propia felicidad.

Al inicio no es fácil vencer la tradición. Hacer comprender que la riqueza del conocimiento y aprendizaje está en las ganas de querer hacerlo, no es cosa sencilla. No hay crecimiento si el aprendizaje está limitado y si es dependiente de lo que la empresa pueda darnos.

Recientemente en una reunión me dijo una persona a manera de queja que, – ella no era tan joven, para que la traten de convencer de que viendo unos videos y haciendo unos ejercicios a través de un computador, era capaz de aprender, ella necesita al instructor y un aula para que el conocimiento se trasmitiera y el entrenamiento fuera efectivo – (madura y pudriéndose… pensé).

Una persona con pensamiento de crecimiento y evolución siempre debe estar buscando nuevas formas de aprender y saber más, auto-desarrollarse. Los únicos límites están en la creatividad de cada uno para hallar alternativas de desarrollo. Buscar inspiración en otras personas, organizaciones, no dejar de leer o preguntar mucho, solo son algunas pautas para descubrir respuestas.

El conocimiento, no solo lo escuches o lo mires, plásmalo por escrito y háblalo para facilitar su asimilación.