Escuchen y dejen libertad a las personas para actuar y estas llegarán sin lugar a dudas a soluciones que excederán por mucho las expectativas iniciales.

El día de hoy estuve acompañando a un grupo de ejecutivos, facilitando una sesión en la que ellos mantuvieron un nivel de conversaciones e interacción, más que enriquecedor, tanto para ellos como para quienes manejamos la dinámica de las sesiones. Con esta sesión, volví a confirmar que el verdadero valor de una empresa no lo representa el producto o servicio que vende sino el personal de la compañía que es el responsable de demostrar o evidenciar el valor que genera. Sin las personas no ocurre absolutamente nada.
Por ello, cuidar y desarrollar a las personas es el primer y gran reto que una empresa debe afrontar para lograr algo grande.

Comprobé durante este breve periodo de dos días, lo que en reiteradas ocasiones he compartido en este blog, que la primordial misión de un líder es cultivar la confianza de las personas que están a su cargo, para que crean en ellas mismas, porque eso es lo que hará atreverse, salir de su zona de confort, desafiar sus límites, vencer miedos y buscar la forma de seguir buscando maneras novedosas de crecer y seguir adelante.

La comunicación, el intercambio de ideas, y, sobre todo, el reconocimiento incentiva, de manera genuina, a dar lo mejor de lo que cada uno llevamos dentro. Un pequeño empujón sirvió para encaminar un ejercicio lleno de grandes ideas que a su vez provocó una de las sesiones mas desenvueltas en las que he podido participar.

Esto para mi tuvo un aprendizaje doble. Primero, quedó demostrado que un grupo con una actitud absolutamente positiva desarrolla un trabajo fantástico y mantiene una gran interacción como equipo, misma que pocas veces se puede ver y disfrutar. Y, por otra parte, para mi, significó regocijarme y aprender de todos estos expertos, al volcar y compartir todo su conocimiento en grandes ideas e iniciativas con una alta dosis de creatividad. El aprendizaje es ver todo ese conocimiento en acción.

El resultado… un excelente espacio para crecer y convertirse todos, a través de la convivencia y la armonía, en mejores personas y un equipo de más alto desempeño de las que llegaron el primer día de trabajo.