A diario me cruzo con personas cercanas que han estado actualizando su currículum con pequeños detalles durante años, que añoran algo distinto, que están aburridas, que buscan cambios, pero que lamentablemente nunca se han atrevido a dar un salto al vacío y hacer realidad ese cambio tan soñado y significativo en su carrera. Esto demuestra cómo nuestra mente y creencias limitantes nos hacen temerosos de asumir riesgos y buscar nuevas oportunidades.

Vivimos en una cultura probabilística, estadística. La indeterminación y falta de planificación sobre el futuro abunda. Por ejemplo, la gente prefiere actualizar su currículum añadiendo algún detalle más cada año, en vez de cambiar de manera radical, aunque en el fondo están inquietas por un cambio y sueñan con ello.

En nuestra cultura actual, la incertidumbre y la falta de previsión se han convertido en la norma. La incertidumbre puede ser desconcertante y, por lo tanto, tendemos a tratar de minimizarla en la medida de lo posible. 

Uno de los modos en que la incertidumbre se manifiesta es en nuestra relación con el futuro. Mientras que algunas personas, las menos, se sienten atraídas por la idea de abrazar lo desconocido y aventurarse hacia lo nuevo y lo inesperado, muchas otras, la mayoría, prefieren mantenerse en su zona de confort, haciendo pequeñas modificaciones a su vida y carrera en lugar de cambiar de manera radical para crecer .

“Nuestra sociedad está inundada de incertidumbre y falta de planificación, dejando a las personas temerosas de hacer cualquier cambio significativo en sus vidas”

En el mundo laboral, esto se manifiesta en la tendencia a añadir pequeñas actualizaciones a nuestro currículum cada año, en lugar de arriesgarnos y cambiar nuestra trayectoria profesional de manera significativa. En parte, esto se debe a la cultura estadística y probabilística en la que vivimos. El pensamiento estadístico nos dice que los eventos futuros no se pueden predecir con certeza y que hay una gran cantidad de variables que pueden afectar los resultados. Y este mensaje probabilístico queda como impronta en nuestro cerebro. 

El cerebro utiliza una gran cantidad de recursos para tomar decisiones y enfrentar situaciones nuevas y desconocidas. Por lo tanto, cuando enfrentamos una elección que implica un alto nivel de incertidumbre o riesgo, nuestro cerebro puede activar respuestas emocionales que nos llevan a buscar la opción, por probabilidad y estadística, más segura y predecible. Estas respuestas emocionales pueden incluir el miedo, la ansiedad y la aversión al riesgo.

Es por eso que tendemos a sentirnos más cómodos haciendo pequeñas actualizaciones a nuestra hoja de vida en lugar de hacer cambios significativos que podrían poner en peligro nuestro futuro.

Sin embargo, esta mentalidad de minimización de riesgos y aversión al cambio tiene sus límites. Si queremos seguir creciendo y progresando, a veces necesitamos tomar medidas audaces y arriesgadas. Esto podría significar renunciar a un trabajo que nos hace infelices para perseguir un sueño, o buscar oportunidades en una industria completamente nueva. Estas decisiones pueden parecer riesgosas e inciertas, pero con frecuencia son necesarias para alcanzar nuestros objetivos y alcanzar la felicidad y el éxito en la vida.

Además, a medida que el mundo se vuelve cada vez más impredecible e incierto, es posible que necesitemos adaptarnos y ser más flexibles en nuestra forma de pensar y actuar. La mentalidad estadística y probabilística puede limitarnos y hacernos sentir demasiado apegados a nuestro plan de vida cómodo y original, incluso cuando las circunstancias han cambiado. 

En lugar de aferrarnos a lo conocido y seguro, debemos ser más abiertos a nuevas ideas y oportunidades, incluso si esto significa desviarnos de nuestro camino de desarrollo original.

En conclusión, la cultura estadística y probabilística en la que vivimos puede llevarnos a ser demasiado cautelosos y a evitar tomar riesgos significativos en nuestra vida y carrera. Sin embargo, para crecer y prosperar, debemos estar dispuestos a hackear nuestro cerebro, salir de nuestra zona de confort y abrazar la incertidumbre y el cambio. Al hacerlo, les aseguro que podemos descubrir nuevas oportunidades y alcanzar un mayor éxito y felicidad en la vida.