Atrás quedaron los días de ronda a las oficinas de tu equipo de trabajo, para hablar y ponerse al día, compartiendo una taza de café.  

Hoy, en un entorno de trabajo a distancia como el que estamos inmersos desde hace un año, podemos pasar inadvertidos. Si no estamos presentes a través de una comunicación constante y “relevante” con nuestros equipos, podríamos sentirnos ignorados. Convertir esta situación, para mantener el liderazgo desde la virtualidad, es un asunto al que deberíamos poner la suficiente atención para gestionarla correctamente.

Más aún, cuando a la ecuación diaria, se le agrega la pantalla de Zoom o de Teams, el desafío de lograr una relación significativa en un entorno virtual se puede convertir en una tarea aún más difícil.

Piense en las interacciones diarias que tiene con su equipo de trabajo y evalúe si aún mantiene la misma visibilidad y el mismo liderazgo que tenía antes del confinamiento. Si cree que esta situación cambió negativamente, debería considerar algunos cambios para volver a fortalecer su liderazgo, porque el distanciamiento y la virtualidad se mantendrán por un tiempo más.

  1. Manténgase omnipresente

Mantenga comunicación constante con su equipo, por escrito preferiblemente. Por ejemplo, todos los lunes envíe un listado con cinco espacios, para que cada uno pueda describir sus logros de la semana anterior. Y una vez al mes, resuma y envíe esos logros a todos, mostrando cómo estos ayudaron a la consecución de los objetivos del resto del equipo y de la organización.

El objetivo es cohesionar y motivar a su equipo, a la vez que puede mantener su liderazgo por su omnipresencia con cada persona, asegurándose de que todos sepan cómo el trabajo de cada uno contribuye al éxito de la organización.

 

  1. Moldee su comunicación de manera asertiva

Cuando hoy en día, la mayoría de las interacciones con las personas son por correo electrónico, por Zoom, Teams, o WhatsApp, es esencial que se comunique de manera correcta, clara y comprensible. Moldee su comunicación con un estilo que logre mimetizarse con el estilo de cada persona de su equipo de trabajo.

Al armonizarse de esta manera, logra un equipo más motivado y productivo, porque sabrán que se preocupó por entender la forma en cómo piensan, se organizan y completan sus actividades diarias.

Entre las personas de su equipo, seguramente encontrará distintos estilos de comunicación: habrá unos lógicos, analíticos y orientados a datos y hechos. Otros enfocados en los planes, direccionados por los detalles. Algunos más, con una orientación de tipo emocional. Y, por último, no faltarán los estratégicos, orientados a las grandes y nuevas ideas. 

Ahora piense y recuerde esa época, cuando aún trabajaban de forma presencial, la manera de actuar de cada persona:

  • Seguramente recordará a los que se orientan en los detalles de cada plan de acción, a las fechas, esas personas que incluyen un sinfín de puntos y pendientes en cada una de sus comunicaciones
  • Recordará a otras personas, que comunican sus mensajes de forma similar a un telegrama, en pocas palabras, manteniendo una comunicación precisa y escasa, pero nunca desviada de sus objetivos
  • También tendrán aún presentes a las que hablan usando las manos, aquellas para los que es imposible hablar sin moverse o gesticular y debido a la virtualidad deben sufrir para comunicarse sin expresión corporal
  • O a las personas soñadoras, quienes invariablemente desvían la conversación proponiendo nuevas ideas o formas de mejorar cada actividad, mostrando diversos caminos e implicaciones sobre sus tareas diarias
  • Y, por último, están las que mantienen una relación constante y de manera apasionada, las que saben a dónde fueron de descanso todos y cada uno de sus colegas de trabajo en sus últimas vacaciones

 

  1. Ajuste su comunicación escrita a cada persona

Una vez haya identificado las maneras de cada una de las personas de su equipo, ajuste su estilo de comunicación a los rasgos y preferencias de cada una, a su forma de interactuar y a su modo de trabajar.

  1. Para los lógicos, analíticos y orientados a los datos, sea breve, conciso, claro y preciso. Piense en sus ideas con anticipación y envíe indicaciones en una forma lógica. Correos electrónicos, directos y al grano
  2. Para los extremadamente organizados y orientados a los detalles. Presente sus ideas de manera secuencial y organizada y proporcione fechas e hitos específicos. Correos electrónicos con viñetas para describir los puntos principales y establecer claramente los próximos pasos y las fechas de vencimiento
  3. Para los expresivos y emocionales, tenga comunicación menos formal, abierta y cálida. Quieren saber quién está involucrado en los proyectos y quieren que los consideren en todos los planes. Correos electrónicos con un gran saludo y conéctese con ellos personalmente antes de pasar al tema o asunto a tratar
  4. Finalmente, a los estratégicos y orientados a las ideas, evite comunicar con detalles mínimos, proporcione el panorama general con imágenes o metáforas y articule cómo sus acciones se alinean con la estrategia de la organización. Con una visión general y un marco conceptual amplio, así que limite los detalles. Correos electrónicos con el panorama general y el contexto, evitando particularidades

Como líder, hay que recordar que nuestra presencia virtual es nuestra marca. Revise toda la forma de comunicación digital, con el mismo rigor que lo haría presencialmente.

“Fuera de la vista no significa fuera de la mente”  

Sea intencional en su comunicación con su gente y asegúrese de que lo lean y comprendan claramente. Recuerde, todos somos humanos y tenemos y mantendremos una forma de interacción distinta por mucho más tiempo. Un poco de inteligencia en la comunicación y sensatez en nuestras comunicaciones es exactamente lo que todos necesitamos en este momento.