¿Cómo empezar de nuevo? y dejar atrás una vida que hace tiempo que se detuvo, encontrando un sentido y un propósito a lo que hacemos

Hay momentos para tomar conciencia del escenario. La luz, el medio, el camino preciso.

Olvidándonos del embrujo que otrora fue y que hoy es efímero. Una especie de irrupción en un universo lleno de elecciones, pero sin tiempo para reconsiderar. Textos que mudan su esplendor para explicarle al mundo que los ciclos cambian y transforman a las personas, pero al fin y al cabo son ciclos. Y mientras tanto no podemos quedarnos sentados viendo pasar el tiempo frente a nuestros pensamientos e ideales.

El cambio exige protocolos de sobra conocidos. Cada vez que enfrentamos algo nuevo, tiene un semblante conocido, pero conviene no fiarse. El entorno en el que convivimos a diario se volverá un espacio que nos mirará diferente. El sol se volverá menos optimista. Aunque el tiempo desde este momento nos sitúa más allá, de lo que suponemos deberíamos estar. Lo que habrá al final aun es impalpable, pero está más cerca sin lugar a dudas. Entonces, no hay argumentos para no intentarlo, aunque hoy no lo apreciemos.

Testifico que, si no dejamos el puerto nunca comprobaremos la inmensidad de los confines que nos aguardan.

Es el tiempo para jugar con los límites de la imaginación. El entorno siempre está de nuestro lado. La fantasía se pierde entre tantas ideas y pensamientos, entre tantos propósitos y aspiraciones. Aunque el camino se pierda, la huella de nuestros pasos debe ir imprimiendo el recorrido que pisa. Las fórmulas quedan ocultas como parte de nuestras experiencias. Adiós a nuestra zona de confort y bienvenida la inspiración.

Sí, hay un nuevo escenario. Pero no por primitivo dejará de cautivar. De nuevo los textos, las ideas, las ambiciones. Así como el que precedió, así como el que vendrá. Sin limitarnos, llegarán realidades en el que les aseguro que todo será incomparable.