Quizá pensamos que los términos productividad y procrastinación son incompatibles. Las personas dicen que una dificultad para lograr objetivos es la procrastinación.

Creo que el aplazamiento en sí no es el problema, sino que no sabemos cómo posponer las cosas de la manera correcta. 

Entonces haga “procrastinación útil”. Procrastinemos en actividades que nos llevarán a ser productivos a largo plazo.

Por ejemplo: yo escribo diariamente. A veces lo pospongo, porque me pierdo en otra actividad que parece más agradable: leer o escuchar podcast. Aunque pospongo escribir, la mente no procrastina, porque tanto la lectura como el podcast serán útiles para los textos futuros. La lectura es una forma de investigación para contenidos, y el podcast ayuda a que los textos conecten con historias y sean fáciles de leer.

Permítanse postergar las cosas en pequeñas formas. Posponer cosas es normal, es el deseo de novedad y estimulación natural de la mente.

Deje de desperdiciar energía mental luchando contra la necesidad de postergar las cosas y criticarse a sí mismo por ello, descubrirá que es mucho más fácil volver a enfocarse rápida y fácilmente después de una breve sesión de procrastinación.

Sea productivo, ¡procrastine!