Entre las principales estrategias para hacer que nuestro conocimiento sea efectivo en el futuro del trabajo, es que este sea útil, relevante y vigente.

Creo que es muy obvio afirmar que el crecimiento de la demanda laboral ocurrirá en personas con mejores conocimientos y habilidades para las actividades que nos presentará el futuro del trabajo. Es posible que una gran mayoría de las personas que hoy desempeñan labores operativas pueden ser desplazadas, por lo que sería muy pertinente preocuparse y ocuparse en actualizar, pulir y aprender nuevos conocimientos y habilidades para permanecer vigentes y “empleables”.

Sin la intención de ponernos en estado de ansiedad, por la incertidumbre generada sobre el futuro de nuestro propio trabajo, es recomendable liberar nuestra mente, observar y hacer conciencia sobre la transición del empleo, sobretodo de la manera en cómo se irá convirtiendo en el gran desafío para los futuros profesionales.

Otrora hubiera recomendado que simplemente tomaran un curso o realizaran un proyecto o actividad para aprender nuevos conocimientos y ponerlos en práctica. Hoy, debido a esta recesión laboral que impulsó la pandemia desde el año 2020, la ecuación se hace más compleja, porque además de adquirir nuevos conocimientos y habilidades hay que combinarlos con la necesidad de buscar o de cambiar de empleo.

Solo por mencionar un ejemplo para profundizar y aclarar el asunto mencionado, seguramente que, la proporción de tiempo que dedicábamos a aprender habilidades cognitivas básicas es inferior al tiempo que tenemos que dedicar al desarrollo de las habilidades sociales y emocionales, porque ya para nadie es extraño acerca de la importancia y la necesidad de éstas.

La escala de los cambios y la transición del futuro del trabajo, potenciados por la influencia de la pandemia, aumenta la urgencia de que nosotros (no nuestra empresa) tomemos las medidas necesarias para observar y analizar estas transformaciones, con el fin de buscar y encontrar los medios, las formas y los programas necesarios para adquirir nuevos y útiles conocimientos.

Podríamos comenzar con un análisis gradual de los cambios generados por los nuevos hábitos de los consumidores, y de la necesidad de más trabajos mentales (no manuales) que serán requeridos, centrándose en los conocimientos y las habilidades que serán relevantes en el futuro.

“Cuando aprendemos y adquirimos otros conocimientos, el mundo se hace más grande”

Cuanto mayor sea el dominio del conocimiento y el uso inmediato del mismo, más amplio será el vínculo que cultivemos con aquel nuevo mundo que se nos presentará en el futuro.

Y cuando descubramos que podemos agregar más y más conocimientos y experiencia, además de ponernos a prueba constantemente y arriesgándonos a experimentar, el futuro del trabajo que se nos hacía incierto e impenetrable comenzará a mostrarnos cerraduras que ahora podemos abrir.

Nadie va a negar que las ventajas de adquirir y utilizar nuevos conocimientos van mas allá de poder mantenerse “empleable”. Más y nuevos conocimientos, nos dará mayor trascendencia y hará más llevadero el futuro del trabajo.

Adquirir más conocimientos útiles, vigentes y relevantes nos permite inhibir ciertas habilidades obsoletas, priorizar otras y manejarnos de forma más ágil y flexible.

Si queremos poner un nombre a esto podríamos llamarlo “el dominio de la empleabilidad”.

Quienes dominen las habilidades futuras, necesarias para mantenerse actualizados y útiles, mostrarán un mayor control de su desarrollo profesional, esto significa que dominarán aquellas funciones cognitivas, sociales y emocionales que les permitirán cumplir sus propios objetivos.

Es importante mencionar que la forma de aprender y adquirir conocimientos ha cambiado, y por ello de mi insistencia e importancia.  

El conocimiento debe tener una intención de utilidad o conveniencia, por lo que debemos explorarlos concienzudamente para que el aprendizaje adquirido sea encausado, pertinente y que conduzca hacia nuestros objetivos y propósitos de empleabilidad.

Si lo vamos adquiriendo y usando de inmediato, podemos velozmente ir cosechando los frutos e ir advirtiendo nuestra relevancia en el mercado y, al mismo tiempo, esta notabilidad nos ayudará a mantenernos motivados para seguir aprendiendo.

“Identifica los conocimientos que te permitan ser relevante en el futuro del trabajo”

El adquirir nuevos y útiles conocimientos, así como caminar con certidumbre en una habitación sin luz, podrán fungir de blindaje en cualquier tiempo y espacio. Dándonos esa mejor posición desde el cual gestionarlos. Es un regalo que nos debemos hacer para nuestra preeminencia. La recompensa de tales esfuerzos nos hará personas más resistentes, más talentosas, relevantes y seguramente mejor remuneradas.