En ocasiones al tratar el concepto de motivación, ciertas organizaciones aún se mantienen en el anticuado modelo del palo y la zanahoria. Esto hace que nuestro comportamiento sea construido con base a los “motivadores” externos. Pero está más que comprobado que esto no funciona y en cambio puede resultar contraproducente. Para los roles del futuro, que nos exigirá la transformación digital, prevalecen tres elementos esenciales. 

1. La autonomía, el deseo de dirigir nuestras propias vidas

2. El dominio, o la urgencia de mejorar en algo trascendente

3. El propósito, el gusto o la pasión de hacer algo al servicio de algo más que nosotros mismos