La gran diferencia de los enfoques de aprendizaje entre un talentoso y un especialista es que este último elige un tema o concepto y luego profundiza, mientras que el talentoso avanza en varias rutas que se ensanchan continuamente y además se bifurcan.

Obviamente, estos enfoques de analizar a las personas y sobretodo de la manera en cómo aprenden y utilizan el conocimiento cada una de ellas, no son mutuamente excluyentes. Aunque la combinación ideal, es la que se basa en una comprensión aguda del fundamento de varias disciplinas, pero con uno o dos dominios específicos sobre los cuales especializarse.

Es decir, si seleccionamos a un especialista y a un talentoso por separado, más allá del beneficio de las conexiones creativas que en ambos están disponibles por haber estudiado considerablemente, el talentoso tiene algunas ventajas, la continuidad, la amplitud y las formas rutinarias de aprendizaje.

El aprendizaje en sí mismo es una habilidad, y cuando decides ejercitar esta habilidad en más de un dominio, te cultivas como aprendiz permanente, y lo harás de una manera significativamente distinta de alguien que profundiza, porque este último no tiene cómo hacerlo.

“ejercítate para ser un aprendiz permanente”

Dicho esto, enfócate en el aprendizaje continuo, siendo un talentoso que aprende a cómo aprender. Desafiándote continuamente a ti mismo para comprender conceptos de una variedad amplia. Irónicamente, esto te permitirá “especializarte” en otros temas más rápido si así lo deseas. Ésta es una ventaja increíblemente valiosa en esta era de la transformación digital, si lo vemos desde la óptica del futuro del trabajo.

Esto explica cómo algunos de los genios talentosos fundadores de empresas exitosas, han podido contribuir de una manera tan especializada a pesar de que se enfocaron principalmente en ampliar una idea.

Ahora, en un mundo donde la inteligencia artificial y la automatización van a desplazar a la mayor parte del trabajo rutinario y especializado, no es exagerado considerar que esta habilidad de aprender a aprender a través de disciplinas variadas, pueda ser la diferencia entre aquellos que se reinventarán, de los que quedarán obsoletos.

De hecho, es probable que nuestras actuales diferencias entre disciplinas comiencen a desvanecerse y surjan otras nuevas. Es factible que muchas nuevas habilidades residirán en áreas que actualmente no están cubiertas por un especialista.

Tradicionalmente, la idea de tener una sola carrera a lo largo de la vida no era descabellada. Para el futuro del trabajo, sin embargo, esto parece ser diferente. No es ilógico pensar que las personas tengan múltiples carreras que difieran significativamente. Incluso si no lo hacen, veremos más y más trabajo basado en proyectos, que requerirá habilidades disímiles.

En un mundo así, desarrollar la capacidad de aprender a aprender puede hacer la diferencia.