Soy un fanático de la nueva economía. Por eso soy un fanático de la creatividad. Por eso soy un fanático del capital intelectual. Por eso… soy fanático de la diversidad.

¿Significa que soy un fanático de la igualdad? No necesariamente. Y en cualquier caso eso no tiene nada que ver.

¿Cuál es el asunto? Realmente, es muy simple: la creatividad y los grandes saltos hacia adelante proceden de la mezcla o la combinación o el desbarajuste. Es decir, de todo tipo de personas que proporcionan todo tipo de ideas que rebotan locamente una contra otra, originan una gran cantidad de caos y, finalmente, provocan que surja una nueva idea, que cambia el orden de las cosas, que cambia el mundo.

Contratar personas diversas, incluso excéntricas, mezclarlas de formas inesperadas y pedirles que hagan algo inusual, puede incentivar la generación de ideas sorprendentes.

Pero, ¿de dónde vienen las buenas ideas nuevas? es sencillo, de las diferencias. La creatividad procede de amalgamas improbables. La mejor forma de conseguir las máximas diferencias es mezclar edades, culturas, formas de pensamiento y disciplinas.

No se podría conseguir un entorno profundamente innovador a menos que esté abierto a los comportamientos extraños, la excentricidad y la diferencia. Esto no hace otra cosa que acumular capital creativo.

Por eso, diversidad significa un gran tema, es la savia vital de las organizaciones. La batalla de los inmigrantes en la que se vive hoy en día, la capacidad de absorber extranjeros podría determinar si los países y las organizaciones crecerán o se quedarán estancadas.

Diversidad significa un poeta en cada departamento de contabilidad. Creando desaciertos en entornos cuadriculados. Que cuestionen nuestra visión del mundo. Recientemente, conviví con dos equipos ejecutivos diametralmente opuestos, unos con corbata cada uno era una fotocopia del otro y otros en zapatos tenis, desiguales de la cabeza a los pies. Les aseguro, que una fuente significativa de las grandes ideas nuevas y de gran conexión emocional, surgió del segundo equipo, el que estaba compuesto por todo tipo de personas y personalidades, seriamente distintos y extraños, con ideas seriamente distintas y seriamente extrañas.

Hay que abrirse a las cosas mejores que han hecho personas y luego hay que tratar de aportar estas cosas a lo que estamos haciendo. Es decir, reunir equipos con artistas, actores, poetas, músicos y cualquier otro ejemplar integrante “extraño” – “creativo” que contemple el mundo a través de cristales distintos y con creces se demostrarán los increíbles resultados.

Por eso, la diversidad es un tema estratégico que lo abarca todo y que está en el corazón del futuro éxito empresarial, económico y cultural. Lo políticamente correcto, ¡olvidarlo! La diversidad es una cuestión de supervivencia o extinción en un mundo nuevo y audaz.