Es cierto que el mundo digital nos ofrece la oportunidad de expresar nuestra individualidad y contribución como personas.

Ahora más que nunca, tenemos la ocasión de ser “creadores” de nuestro propio trabajo y no quedarnos como simples ejecutores de lo que describe ese restringido perfil del cargo. 

Si somos conscientes de las limitaciones que nos ofrecen las descripciones de cargos, de nuestros propios roles y de las capacidades que dominamos con excelencia, estas situaciones nos abren oportunidades a nuevos modelos de contribución sin precedentes, con nuevos sitios y otros ritmos de trabajo.

Mientras atravesamos este período de cambios sin precedentes, es crucial que repensemos nuestro propio mundo laboral, para lograr resultados de mayor valor al mercado. 

Diseñemos y definamos nuestro mayor ámbito de contribución como personas para un nuevo mundo. Seamos sensatos sobre las particularidades de lo que aportamos. 

Sin duda, el entorno inestable en el que estamos inmersos debe darnos la lucidez para ser los “autores” de nuestra propia empleabilidad.