Los mejores “networkers” son reservados. Porque entienden que la clave para ser “el puente”, es hacer que la gente los busque o hable de ellos de forma positiva, sin hacer tanto aspaviento. La forma en que logran esto es sencillo: unen a las personas.

Y, cuando se mueven haciendo algo inesperado, logran que las personas volteen y sirven como un imán para atraer a un tipo diverso de personas.

Mantienen un grupo ecléctico en su red de contactos.

Lamentablemente, la mayoría de la gente habla con las mismas personas, se cierran a su círculo homogéneo.

Entonces, si queremos destacar, la regla más conveniente es no ser como la mayoría de las personas. Tengamos redes diversas con contactos disímiles, preocupémonos por aprender sobre lo que no sabemos, en definitiva, seamos el nodo multiplicador de fuerzas.

Muestre interés por aquellas personas que se han cruzado en algún momento por su vida, sobre todo, por las que tengan historias interesantes y experiencias diferentes a las suyas. Los mejores aprendizajes provienen por lo general de estar en contacto con personas heterogéneas.

Cuanto más podamos lograr que los mundos de otras personas choquen, más grande se vuelve nuestro propio mundo. Es el camino hacia la relevancia.

#NoOlvidemosALasPersonas