Este es un mensaje para aquellas personas que están sentadas mirando al horizonte, encerradas nuevamente en las cuatro paredes de una oficina (fingiendo felicidad por volver a la oficina después del confinamiento de la pandemia) pero deseando no volver a lo mismo o a trabajar en algún espacio diferente, sin la necesidad de sufrir el tráfico o quizá también pensando en cómo generar ingresos de otra manera. 

Como mínimo, mientras observan el horizonte, les sin temor a equivocarme, seguramente también se han preguntado si realmente están en el cargo correcto, en la empresa correcta o si están haciendo lo correcto con sus vidas y carreras profesionales.

En varios momentos de nuestra vida profesional se nos pasan por la mente dudas sobre nuestras carreras y nos preguntamos: ¿hay más? ¿debería querer más? ¿hay otras cosas? A esto llamemos el momento de reflexión y reajuste de la carrera profesional. Aprovechemos este espacio para planear reflexiva y deliberadamente nuestra carrera profesional.

Hay una pregunta que nos debe guiar y sobre la que versa nuestra planeación de carrera y desarrollo profesional, sin importar en qué etapa laboral nos encontremos: ¿cuál es mi propósito?

Cuando hablo de propósito como cimiento fundamental, me refiero a desarrollar un cambio de dirección del diseño de nuestra carrera profesional en torno a éste. Si quieren pueden mantenerse en la periferia, dentro, adyacentes, fuera o al revés, pero siempre dentro de los parámetros, y todo el tiempo, respetando y ponderando profusamente su propósito personal. Si estamos decidiendo por un nuevo trabajo debemos aceptarlo por una razón profunda, genuina y pensada de manera inteligente para nosotros.

Si nos están ofreciendo algún nuevo trabajo, ¿Es por la experiencia que nos prometen? ¿Por nuestro crecimiento rápido en la estructura? ¿Por el dinero? Sentémonos e imaginemos lo que realmente hace sentido con nuestro propósito. Además les recomiendo que hagan una reflexión de lo que quieren hacer en un año. ¿Quieren hacer un posgrado? ¿Quieren probar en una empresa completamente diferente, una de esas nuevas que están surgiendo? ¿Probar una nueva industria? ¿Quieren trabajar en un área o en un proyecto diferente? ¿O simplemente arriesgarse a cambiar? Lo que sea que nos tenga meditabundos.

“El próximo movimiento profesional debe ocurrir con intención y centrado en las cosas que nos importan”

No tomemos algo simplemente porque nos lo ofrecen. No nos quedemos en la misma empresa simplemente porque en ella hemos trabajado siempre. No nos levantemos y nos vayamos a ciegas de una empresa simplemente porque hay que cambiar. 

Los invito a que cuando se presenten estos momentos en nuestra carrera o simplemente estemos contemplativos, provoquen al mercado, diseñen su futuro desde su propósito y hagan que esto suceda, les aseguro que tendrán muchas ofertas u opciones de generación de ingresos al mismo tiempo, bajo una lógica acorde con lo que realmente queremos. Si nos mantenemos fieles a un propósito genuino en torno a nuestra carrera, de esta manera evitamos desviarnos al azar. Siempre seremos estratégicos, y las decisiones que tomemos sucederán magnífica y orgánicamente.

El crecimiento y desarrollo profesional no surge por casualidad. La mayoría de las personas exitosas que seguramente hemos conocido, incluso si no es tan evidente, ya han planeado sus próximos pasos. Puede pensarse que la suerte, las conversaciones afortunadas y la red de contactos suceden “por suerte” para estas personas, pero no es así. Esos son meses, o quizás años de confección. No podemos esperar a que eso nos suceda, tenemos que construir nuestro futuro profesional paso a paso. 

Si realmente queremos un crecimiento profesional con sentido, en la misma empresa, en una diferente, o de otra manera, hay que mantenernos un paso por delante del resto de las personas. 

Manejemos nuestro crecimiento profesional, o alguien más lo hará, se los aseguro.