No sé si agradecerte o recriminarte. Estoy preocupado. Porque el conocimiento que me has ayudado a adquirir, me permite ser un buen profesional y a volverme un gran experto, sin embargo, estas competencias me han anclado a una manera limitada de ver el mundo y me han generado sesgos.

He decidido prender las alarmas, porque me percato de que es necesario aprender siempre y cada día algo nuevo o diferente, sobretodo en un entorno tan cambiante e incierto como el actual. Ahora sé, que si mi conocimiento no evoluciona se convierte en una carga y en un problema.

Hoy quiero saber cómo desconectarme de ti querida mente, porque debido a la comodidad en la que me obligas a quedarme, también me exiges pensar y usar el conocimiento siempre para lo mismo y creo que me estoy quedando obsoleto. Te exijo que me ayudes a ensanchar o estirar mis límites, y a darme más posibilidades, con esa caja de herramientas que se llama aprendizaje.

Porque ahora sé, que dando nuevos usos a mis conocimientos y evadiendo tus ideas de comodidad, puedo modificar radicalmente mi presente y abrirme un gran campo para el futuro profesional.

Desconéctate, déjame arriesgarme y sácame de esta zona de confort, para cultivarme y evolucionar.

Gracias.