“El principal trabajo será desaprender, aprender y adaptarnos a los nuevos escenarios cuando ya no quede trabajo para todos. No va a ser un camino cómodo”.

Queda claro que, en un futuro no muy lejano, debido a la transformación digital, no quedará trabajo para todos, o al menos de la manera en cómo entendemos el trabajo actualmente. Hemos sido educados por y para una sociedad centrada en el trabajo de gran tendencia industrial, sin embargo, hoy en día, estamos frente un giro radical y desde su esencia, sobre uno de los pilares sociales más importantes.

Para afrontar el cambio, en el que estamos ya inmersos, no podemos dejar que aquello que sabemos, aquello que tenemos como cierto y verdadero, o lo que nos ha hecho exitosos, nos limite a la hora de hacer algo para nuestra sustentabilidad.

Plantear nuevos paradigmas, cuestionar ciertos dogmas económicos, organizacionales y personales va a producir ciertas reacciones. Puede parecer que estamos atacando el sentido común e incluso nuestras propias identidades personales. No va a ser un camino cómodo.

Algunas reflexiones sobre el futuro del trabajo:

  • Por un lado, habrá que repensar el concepto de trabajo. La idea central del trabajo no va a cambiar; trabajar es siempre resolver los problemas de los otros. Lo que está cambiando son los problemas y cómo los resolvemos.
  • Debemos estar preparados para cuando un robot haya tomado nuestro puesto actual, hay que entender y aceptar que el trabajo será un trabajo mental, irregular y más creativo, para aprender haciendo, en grupo y creando relaciones humanas, será la clave.
  • Tendremos también que saber poner en valor el trabajo no productivo y no orientado al mercado. Todo ese trabajo no remunerado que está en la base de toda sociedad. Para los expertos en economía estos ámbitos han sido mucho menos estudiados que otros, y es por ello, que nos faltan el lenguaje, los conceptos y los datos adecuados para ponerlo en valor en su justa medida.
  • Otro giro necesario es dejar de centrar la reflexión en el “trabajo” como objetivo y empezar a centrarnos en las fuentes de ingresos. Ingresos predecibles, estables y suficientes para todos.
  • Y finalmente el principal reto será mantenernos ocupados y motivados ¿cuál es el sentido de la vida sin trabajo?, especialmente para aquellos que han sido educados en el paradigma del trabajo industrial. Los individuos hoy en día sienten la necesidad de hacer y participar en actividades consideradas “útiles”, o se vuelven locas. Entonces, ¿qué hará la “clase inútil” todo el día? De esta manera, entenderíamos que el significado de la vida es siempre una historia ficticia sustentada por el trabajo.

En resumen, el principal trabajo será desaprender, aprender y adaptarnos a estos nuevos escenarios cuando ya no quede trabajo para todos. Y les aseguro que no va a ser un camino cómodo.