Si eres como yo, probablemente también hayas luchado con contratar “experiencia” o “pasión” cuando se trata de la persona adecuada en el lugar adecuado. De hecho, durante mucho tiempo, he sentido que “pasión” es una palabra un poco engañosa. Es una palabra que se ha utilizado indistintamente con “talentoso” por tanta gente a lo largo de los años, por lo que es casi un nombre inapropiado.

Pero, seamos honestos: “pasión” es una palabra bastante fuerte. También es una palabra que puede hacer que las personas se sientan nerviosas e incómodas, porque quizá nos pone en duda si la simple: pasión, nos puede preparar para algún tipo de papel de liderazgo o promoción para el que no podemos saber si estamos preparados.

Pero, al final del día, es una palabra subjetiva. Después de todo, es difícil discutir con el sentimiento de pasión de alguien. Entonces ¿podríamos simplemente contratar pasión y no experiencia?

¿Por qué la pasión tiene mayor relevancia?

La pasión es importante para todo tipo de líderes, en cualquier área o función en la que se desempeñen. Aquí menciono algunas razones para esto:

Primero, la pasión emerge a la superficie en cualquier escenario, y ésta puede ser contagiosa. Podemos “infectar” al equipo si somos buenos líderes, lo que puede conducir a un mejor ambiente de trabajo.

En segundo lugar, la pasión puede hacernos más efectivos en nuestro trabajo. Los clientes siempre recordarán a las personas con pasión detrás de los productos y servicios que compran. Siempre recordarán a las personas que genuinamente se preocupan por los productos o servicios que están vendiendo.

Y, por último, pero no menos importante, la pasión puede ayudarnos a destacar entre la multitud. Si tenemos pasión, los clientes lo verán y lo recordarán. Esto puede hacer que sea más memorable y probable que obtengamos un reconocimiento o referencia posterior.

La pasión es una actitud

La pasión es una actitud. Como tal, es una mentalidad, no una habilidad. Puedes tener experiencia sin sentir pasión, pero es difícil fingir esto último.

El mayor error que muchas personas cometen a la hora de contratar por pasión es ir con la persona con más experiencia, porque se piensa que, si ha desarrollado su trabajo por mucho tiempo, es porque siente pasión por lo que hace.

El problema es que la experiencia puede ser “falsificada”. Siempre podemos decir que hemos estado en una determinada industria más tiempo del que realmente hemos estado. Podemos hablar sobre títulos que hemos obtenido y que en realidad no se tienen, o referirnos a clientes con los que no se ha trabajado.

La mejor manera, es preguntar a las personas qué los emociona, qué los levanta por la mañana y los mantiene en marcha durante todo el día. Averiguando qué los ha llevado al éxito, qué los ha motivado a hacer lo que hacen y qué tipos de desafíos los inspiran a seguir en su camino de crecimiento.

La pasión tiene que ver con la confianza. Si confiamos en nosotros mismos y sabemos que somos la mejor persona para el trabajo, contratar a una persona por pasión se vuelve mucho más conveniente.

En conclusión, si va a contratar a alguien para un trabajo, hágalo por pasión, es decir por la actitud de la persona hacia el trabajo. La actitud es algo que no se puede enseñar. Si una persona se preocupa por su trabajo, lo mostrará con su actitud, porque muchas veces a estas personas, les cuesta trabajo explicar de manera que otros puedan entender sus razones.

Si contratamos pasión y no experiencia, los clientes lo verán y lo valorarán.