Uno de los grandes beneficios como resultado de este periodo de trabajo remoto ha sido el descubrimiento y la mayor facilidad de acceso a nuevos grupos de talento, gracias a las habilidades diversas demostradas por las personas.

Aprovechar este talento será un desafío para las organizaciones. 

Sin embargo, nada de esto sucederá, si las empresas no dan un paso hacia adelante y se conectan real y significativamente con su gente. Aprovechar competencias para liderarse a si mismo y liderar a otros, con empatía, manejo de incertidumbre, adaptación al cambio y conciencia es vital para superar este impase y sin duda puede ayudar a preparar el escenario para “el regreso” y la recuperación.

El momento decisivo para las organizaciones, es darse cuenta de que cuando la urgencia y la incertidumbre concurren, el tiempo que se pierda en decidir y empoderar a las personas, es una decisión en sí misma.

Muchas decisiones de rutina que solían subir y bajar en la línea jerárquica, hoy por necesidad, están sucediendo acertadamente con el trabajo en red (redarquía) en los niveles medios y bajos de la organización.

Esto que ha sucedido es demasiado importante para ignorarlo y dejarlo pasar.