La tradicional jornada laboral de 8 a 5 comienza a verse cada vez más anticuada. El auge de la transformación digital está impulsando un futuro en el que los empleadores adoptan un entorno de trabajo más flexible, donde las personas pueden teletrabajar y trabajar en 3 o 4 empleos a la vez.

Esta flexibilidad beneficia tanto a las personas como a las empresas. Las empresas pueden atraer y retener a los mejores talentos capitalizando este nuevo mundo del trabajo, mientras que las personas pueden construir una carrera flexible que se adapte a sus necesidades cambiantes.

Pero no todas las empresas están listas para abrazar esta nueva realidad.

¿Por qué es tan difícil continuar con un entorno de trabajo flexible?

Un desafío para cambiar y mantener un entorno de trabajo flexible es cambiar la forma en cómo vemos el mundo. Tenemos una tendencia a pensar en el trabajo como un concepto de una sola entidad, cuando en realidad es más como una red.

Pensemos en el ambiente de trabajo como un montón de relaciones interconectadas. Estas relaciones forman la estructura del trabajo, y definen con quién trabajamos y cómo interactuamos con otras personas.

Las áreas responsables de la gestión del talento deben comprender estas relaciones y cómo se configuran para cultivar un entorno de trabajo flexible.

Beneficios de un entorno de trabajo flexible

La flexibilidad de un entorno de trabajo remoto o flexible tiene numerosos beneficios. La capacidad de elegir cómo se desea trabajar puede beneficiar a ambas partes en varios aspectos.

Para las personas, la flexibilidad de elegir cómo trabajar puede reducir los niveles de estrés. Consideremos a los padres que pueden decidir o participar activamente en el cuidado de los hijos, decidiendo, cuándo se necesita y cuánto. Esto puede aliviar la presión tanto en la empresa como en las personas.

Estos entornos flexibles también tienen beneficios para las empresas, porque ayudan a construir una cultura de lugar de trabajo más sólida. En lugar de obligar a las personas a presentarse en una oficina todos los días, pueden elegir trabajar desde cualquier lugar donde haya conectividad. Esto puede encadenar interacciones más espontáneas y un mayor sentimiento de pertenencia.

Desafíos para implementar un entorno de trabajo flexible

Aunque hay varios desafíos que los empleadores deben tener en cuenta al implementar un entorno de trabajo flexible, el principal es pensar en las personas.

Cuando las personas sienten que sus necesidades están siendo pasadas por alto o que la compañía las está tratando como un engranaje de un proceso y les reitera sobre la importancia de volver a la forma de trabajo pre-pandemia, es probable que se vuelvan desmotivadas e infelices.

Para evitar esto, #NoOlvidemosALasPersonas, las empresas deben tomarse el tiempo para comprender sus necesidades. Esto puede comenzar con grupos focales y encuestas para obtener una mejor comprensión de los diversos estilos de trabajo y necesidades de las personas.

En última instancia, la única manera de prepararse para el futuro del trabajo es abrazar el cambio. Las empresas que desean atraer y retener a los mejores talentos, deben construir y ofrecer entornos de trabajo flexible.

Esto puede incluir tolerancia de horarios, posibilitar el trabajo remoto, autonomía en la escogencia de los días a trabajar desde las oficinas, o cualquier otra opción que permita a las personas elegir cómo quieren trabajar.

A medida que el mundo del trabajo continúa cambiando, las empresas deben adaptarse. Y uno de los primeros pasos es reconocer que nada está escrito en piedra, estos dos años de pandemia nos lo han demostrado. La tradicional forma de trabajo desde una oficina se está convirtiendo en un concepto anticuado.