Con frecuencia encuentro a muchas empresas que despliegan todo un arsenal que les permitirá llegar a sus apreciados clientes, mientras dejan en segundo plano a su personal.

No me cabe la menor duda de que una empresa sin clientes que compren sus productos o servicios no tiene ningún sentido, así que la tarea de encontrarlos, atraerlos, convencerlos y retenerlos es vital. Pero siempre es inminente de que olvidemos por el camino que esas actividades tan importantes las hacen las personas de la empresa que quiere vender su producto o servicio #noolvidemosalaspersonas.

Desde la parte más alta del organigrama de cada empresa, deben marcarse las direcciones apropiadas para que sea tan relevante el “marketing para los que compran”, como el “marketing para los que hacen”.

Ese marketing para las personas de una empresa que se rige por los mismos parámetros que el marketing de clientes, pero que debe ser más cercano y personal. Pensemos en una nueva forma de gestión de personas, aquella que debe tener como eje central hacer las cosas sencillas, porque es la única manera de conseguir que sean cercanas y personales.

Mi propuesta es que se deben centrar las acciones en puntos muy concretos que llevarán poco a poco a las personas a mejorar, implementando medidas de “marketing para los que hacen”.

Aquí les dejo 5 aspectos sencillos para dirigir los esfuerzos de marketing para los que hacen:

  1. Centremos nuestros esfuerzos en cambiar y mejorar la comunicación interna. Observemos como nos comunicamos fuera de la empresa, como han cambiado los hábitos en la sociedad. Aprovechemos las cosas buenas que se han hecho entre los clientes y pongámoslas en práctica dentro.
  2. Rompamos las barreras que se crean entre los diferentes grupos de la empresa. Nunca olvidemos que a las personas les gusta contar lo que hacen a los demás.
  3. Cambiemos la mentalidad de “hacer las cosas por necesidad” hacia “tener ganas de hacer las cosas”.
  4. Definamos, sin prisas y con la participación de todos cuál es la “experiencia del empleado” en nuestra empresa.
  5. Y finalmente, no olvidemos que quienes trabajan en nuestra organización son personas, todos los demás componentes solo necesitan mantenimiento.

Estos cinco puntos deben ser tratados desde la sencillez y con las mismas reglas del marketing de clientes. Solo es necesario tener el valor y el viento necesario para empezar el viaje, el resto lo pondrá la tripulación.