Tabajaremos cada vez más en roles relacionados con la economía del conocimiento.

Es inminente que los trabajos, roles y actividades que hoy desarrollamos van a cambiar. Para 2030 desaparecerán más de 2 mil millones de empleos. Esta no es una predicción de maldición ni de pesimismo, sino más bien una llamada de atención para todos los que se sienten cómodos con sus trabajos y también para aquellos que ya están siendo amenazados.

Con las nuevas tecnologías, la transformación digital, y el entorno emergente de la cuarta revolución industrial, hace indispensable que se creen nuevos perfiles de técnicos y de profesionales.

Además, sabiendo que la prosperidad económica y social de los países, dependerá cada vez menos de los sectores primarios y de sus recursos naturales y cada vez más de los productos o servicios de valor agregado.

Al estar viviendo en esta economía global del conocimiento, son tres los aspectos que concurrirán a impulsar esta nueva era.

Primero, los modelos educativos deben cambiar la calidad y la forma cómo se educa; ya no tiene sentido que califiquen a los estudiantes con base en la memorización o en la acumulación de conocimientos, es tanto o más importante que los estudiantes aprendan a pensar, a ser creativos, a resolver problemas y a construir sobre los conocimientos de los demás.

Segundo, la creación y mantenimiento de los ecosistemas de innovación, que estén compuestos por grupos multidisciplinarios de investigadores o proactivos transformadores, de filósofos que consigan imponer su visión nueva del mundo, de “contextualistas”, capaces de entender el entorno en el que cada nueva tecnología operará, de “desmanteladores”, capaces de hacer decrecer las viejas industrias sin causar estragos en la sociedad.

De aquí emana el tercer aspecto, que se deriva de las dos primeras, de la nueva forma de educación y los ecosistemas de innovación. Estamos hablando de la creación, no adaptación ni adecuación, sino origen de nuevos roles, de nuevos perfiles y de nuevas competencias.

Esta inminente llegada de los trabajos futuros nos estará obligando a estar constantemente observando a las industrias futuras y a especular sobre la forma cómo serán de diferentes a la situación actual. Por ejemplo, la gestión empresarial, la ingeniería, la contabilidad, el marketing y las ventas son todas competencias necesarias para el futuro, pero la forma de realizarlas serán totalmente diferentes, serán nuevas.

Les recomiendo que no le “quiten el ojo” a los que hoy se ven como “inadaptados”, identifique a esos perfiles, analice sus habilidades, competencias y rasgos característicos y le aseguro que será la manera más sencilla de entender cómo serán los trabajos del futuro a lo largo de este robusto proceso de transformación en la era digital.

Quiero aprovechar para invitarlos a que asistan el próximo 23 de octubre al III Simposio Gestión Humana: Tendencias digitales que están revolucionando la dirección de personas, en el que seré conferencista sobre el tema de “Roles del Futuro” en la Universidad Javeriana en Bogotá

http://cea.javeriana.edu.co/simposio_gestion_humana