“Dentro de pocos años, los dueños de los negocios, los administradores y jefes serán los millennials, serán quienes tomen las decisiones y guiarán el futuro de las empresas”.

Esta generación millennial se va haciendo mayor y la influencia que están adquiriendo como consumidores es más que evidente.

Pero, ¿qué sucede cuando un millennial deja de ser público consumidor y pasa al otro lado del escenario, cuando en lugar de ser cliente, se convierte en jefe? Una realidad inminente y que debemos entender es que, en un futuro no muy lejano, la generación del milenio dominará la fuerza laboral.

Aunque es una generación que se ha mostrado muy firme a la hora de exhibir su capacidad de liderazgo y emprendimiento. Si bien los generadores de opinión se han encargado de dibujar un prototipo de millennial: apático, desinteresado y egoísta; quienes han tenido la oportunidad de trabajar con ellos, piensan todo lo contrario.

Comprender a esta generación ayudará a estar preparado para cuando se conviertan en los que dirijan las organizaciones. Y entonces, ¿cuáles son los rasgos característicos de algunos que ya se han puesto al frente de importantes empresas?:

1. La tecnología está en el centro de su vida:

Los personajes de esta generación tienen una capacidad especialmente destacada cuando tienen que aprender nuevos conocimientos y realizar operaciones diarias de una forma rápida y sencilla. Se sostienen siempre en herramientas y aplicaciones de carácter tecnológico.

2. La ubicuidad los caracteriza:

Siempre están conectados, tienen gran capacidad y necesidad de estar en cualquier momento y en cualquier lugar, están disponibles 24 horas al día a través de múltiples canales, internet, el correo electrónico, Instagram o Facebook etc.

3. Empatizan y hacen conexiones:

Han desarrollado una conciencia diferente, porque logran empatizar de forma mucho más rápida con las personas, hacer “conexiones” con las personas en las organizaciones es algo sencillo para ellos.

4. No controlan “desde la barrera”:

Necesitan salir a jugar con el resto del equipo y entender a las personas con quien interactúan, de esta forma el nivel de implicación que puede llegar a adquirir con respecto a lo que pasa en los negocios es muy elevado.

Además, actúan mucho más basados en la resolución de problemas de una forma colaborativa y participativa pues para ellos es necesaria la retroalimentación continua. Son volátiles, sin miedo al cambio e inconformistas.

5. Equilibran vida laboral y vida personal:

Ayudados por la tecnología son capaces de hacer mucho más sencillo su día a día; además de ser conscientes de la necesidad de un trabajo menos estresante.

Aunque se cree que son cómodos o egoístas, lo cierto es que son mucho más conscientes de sus capacidades, tienen claro en qué no son buenos, pero también aquello en lo que son muy buenos, y son capaces de desarrollarlo.

Son de una generación que mira más por las personas que por las ventas, que prefiere un buen ambiente en el trabajo, pero que no por ello descuidan sus objetivos, y son capaces de conseguirlos.

Un millennial luchará para que su empresa marque la diferencia, se capacitará el mismo, explorará nuevos campos y no tendrá ningún miedo de aprovechar las posibilidades que ofrece el mundo online para mejorar los negocios.

¿Estamos preparados?