Las organizaciones necesitan personas que puedan aprender y adaptarse continuamente.

Las personas deben aprender incansablemente, estar abiertos a nuevas experiencias, además de ser flexibles en su pensamiento. La coyuntura del confinamiento ha demostrado que este es el tipo de personas que las organizaciones necesitan.

El aprendizaje y la adaptabilidad son necesidades urgentes. En estos meses se ha visto pronunciada la curva de aprendizaje para aprender a liderar en tiempos de crisis, aprender a manejar equipos ágiles, tomar decisiones a un ritmo mucho más rápido y a aprender a adaptarse.
Las organizaciones deben reconocer que el ritmo y la escala de aprendizaje debe seguir así, pero apegado al cambio tecnológico.

Requerirá expandir el contenido de aprendizaje disponible y usar tecnología para entregar lo que necesita cada persona. Será necesario desarrollar el músculo organizacional para fortalecer las habilidades relacionadas con “aprender a aprender”.

Acelerar esfuerzos para el impulso de capacidades mediante el desarrollo de nuevas habilidades y pensamiento crítico, aumentando el rol de las personas para comprometerse con la tecnología, usar analítica avanzada y desarrollar habilidades digitales para el futuro.