En muchos lugares en el mundo, no se preocupan por el modelo de aprendizaje, en algunos inclusive no existe o está dependiente de un marco educativo desfasado de esta nueva realidad de la transformación digital.

La mayor parte de los sistemas educativos, están construidos con la jerarquía de aprendizaje tradicional: matemáticas y ciencias en lo más alto, humanidades en medio y artes abajo. Seguramente, la razón de esto es que muchos de estos sistemas se desarrollaron en el siglo XIX, en medio de la revolución industrial, donde esta jerarquía proporcionaba los mejores fundamentos para el éxito. Pero en esta era, ya no debería ser así. En una cultura tecnológica y de transformación y una economía crecientemente basada en la información, las ideas creativas son el recurso fundamental.

Sin embargo, los sistemas educativos actuales hacen muy poco por nutrir este recurso.

Nuestros sistemas actuales, están construidos alrededor del aprendizaje de hechos, pero Internet hace que casi cualquier dato que se desee conocer esté disponible de manera instantánea. Esto quiere decir que estamos enseñados a través del desarrollo de habilidades que muy pocas veces estamos necesitando, mientras que estamos ignorando aquellas que se necesitan absolutamente.

Aprendamos a cómo alimentar nuestra creatividad y curiosidad, mientras seguimos proporcionando una base sólida de pensamiento crítico, conocimientos básicos y matemáticas, es la mejor manera de prepararnos para un futuro de cambio tecnológico crecientemente rápido.

El cambio tecnológico que está llegando es incluso mejor. A diferencia de los actuales sistemas educativos, porque llega “igual para todos”, la transformación digital es descentralizada, personalizada y extremadamente interactiva.

Simplemente para concluir, utilizar los medios digitales a nuestro alcance para construir conocimiento basado en intereses personales, y teniendo acceso a herramientas para compartir y criticar esas construcciones nos llevará a convertirnos al mismo tiempo en aprendices y maestros.