La motivación surge y crece más desde un ámbito intrínseco que desde uno extínseco.

Cuando hablamos de motivación, existe un desajuste entre lo que la ciencia dice y lo que la empresa hace. Nuestro actual “sistema operativo” en el mundo de los negocios – que se ha construido tomando como base los motivadores extrínsecos, del tipo “Zanahoria y Garrote”– no funciona y con frecuencia resulta contraproducente.

Necesitamos ir más allá, y en definitiva los nuevos conocimientos científicos del comportamiento nos marcan el camino.

Este enfoque debe contar al menos con tres elementos fundamentales:

  1. La autonomía, o el deseo de dirigir nuestras propias vidas,
  2. El dominio, o la urgencia de mejorar más y más en algo importante, y
  3. El propósito, o el anhelo de hacer lo que hacemos al servicio de algo más allá de nosotros mismos

Sí sorprendente verdad, para el trabajo de esta cuarta revolución industrial debemos adquirir, autonomía, dominio y propósito.