La idea de mantener el trabajo híbrido y remoto es una opción. La semana pasada intitulé mi artículo del newsletter, “No volvamos a las oficinas por favor”, y aunque el título es bastante tajante, mi intención era generar atención, para generar reflexión e invitar a las organizaciones a pensar para trabajar de manera diferente. De una forma más humana, acorde a lo que somos. Con más tiempo para estar y aprovechar, y con menos para hacer actividades frente a un computador en una oficina.Vivimos en un mundo donde estar ocupado es la norma. Constantemente se nos dice que tenemos que ser productivos y entonces “parecer ocupados”.

La verdad es que las organizaciones no necesitan más gente ocupada. De hecho, lo que necesitamos son personas que puedan pensar de manera diferente. Necesitamos a aquellos que estén dispuestos a cuestionar las formas de trabajo, a explorar nuevas ideas y a aprovechar lo aprendido durante la etapa de confinamiento en estos dos años de pandemia, para no caer nuevamente en que la valoración de un buen trabajo está medido por las ocho horas a la semana que las personas pasan sentadas en una oficina.

Si digo que no volvamos a las oficinas, me refiero a que no regresemos a hacer actividades operativas que se pueden hacer de manera remota. Cuando regresemos, hagámoslo más inteligentemente, no como antes. Se trata de actuar sobre lo aprendido. Hacerlo más humanamente. O mejor. O algo más.

Si tenemos la opción de trabajar desde casa, ¿por qué no mantenerla?

Las personas que trabajan desde casa para actividades operativas reportan menos distracción que sus colegas de oficina, pasan menos tiempo hablando sobre temas no laborales y un menor porcentaje de tiempo preguntando a los supervisores, lo que les genera más confianza y autonomía. Estas personas generalmente informan ser más saludables, más felices y tener más tiempo; y muchas organizaciones reconocen que son más productivas y enfocadas. Las personas que trabajan en remoto tienen más oportunidad de realizar actividad física. Este tipo de trabajo ayuda a las personas a tener más tiempo fuera de sus horas laborables para administrar el resto de sus vidas, por lo que es menos probable que el trabajo fuera del horario laboral interrumpa la jornada.

Milagrosamente, o predeciblemente, parece que hacen la misma cantidad de trabajo en menos tiempo.

Si se va a volver físicamente a la oficina, que sea una o dos veces al mes, para interactuar y trabajar en equipo, a desarrollar labores estratégicas o de creatividad, para reforzar la cultura y el sentido de pertenencia, para el pensamiento colectivo, pero no para conectarse al computador y a encerrarse en un cubículo.

Reitero mi interés por mantener el trabajo híbrido y remoto. Porque a mi nadie me va a convencer de que exigir mayor productividad a un grupo de personas agotadas, por pasar mínimo dos horas diarias en un medio de transporte para desplazarse a la oficina, hace que dicho trabajo sea más humano y logra que las personas sean más felices por estar en la oficina. Porque creo que la novedad reciente de volver a verse las caras después de dos años será eso, un acontecimiento de corto plazo, pero estoy seguro de que volveremos a ver el desánimo y el agotamiento nuevamente en el rostro de las personas mas temprano que tarde en muchos rincones de las oficinas.