No todo el mundo está preparado para ser su propio jefe, pero para un número creciente de personas, es una opción atractiva.

De hecho, según el informe de emprendedores globales de BNP Paribas, solo alrededor de un tercio planea hacerlo. Sin embargo, en ciertos ámbitos como el comercio electrónico, los servicios profesionales y la tecnología, los números son diferentes.

Inclusive, esta coyuntura de confinamiento que ha generado grandes efectos sobre la vida humana ha abierto espacios en otro tipo de oportunidades de negocios para emprender, y te menciono algunas: la optimización de espacios de trabajo domésticos, el cómo recobrar la confianza de personas y de productos, en distintas necesidades con generaciones de personas mayores, o de cómo resolver la incertidumbre de nuestra identidad al saber que ésta es más que el trabajo.

Aunque muchas personas se convierten en independientes por necesidad y otras por la decisión propia de disfrutar la adrenalina y de asumir el riesgo, no es una determinación fácil de tomar, pero las oportunidades pueden ser ilimitadas una vez deciden hacerlo, porque pueden ganar tanto o tan poco como deseen.

La principal razón de cómo las personas que emprenden definen el éxito de su decisión, es por el retorno de los beneficios – económicos y de desarrollo personal – que obtendrán por el dinero y tiempo que hayan invertido aprendiendo.

Se sabe que cuando una persona deja la “seguridad” de ser empleada, para convertirte en alguien que contribuye individualmente con terceros, a través de tu trabajo, experiencia y conocimiento, puede ser muy satisfactorio, aunque abrumador al mismo tiempo. Pero sin duda, no me negarás que vale la pena de darte la oportunidad de presentarte como la o el dueño de tus propias fuentes de ingreso.

Si tienes las ganas y la disposición a dejar los límites y las barreras establecidas por los trabajos tradicionales, te dejo algunos trucos que pueden resultarte útiles si juegas con la idea de iniciarte por cuenta propia:

  • Enfócate, encuentra un nicho: asegúrate de que sea algo que la gente quiera, no que solo te guste a ti
  • Aprovecha tus fortalezas y tu talento: si sabes en qué eres brillante y cuáles son tus habilidades te será más fácil salir adelante
  • Comprueba que sea escalable: asegúrate de que no haya fronteras, el mundo es el límite

Y, si te sirve como un mayor aliciente, también te enumero cinco beneficios que se pueden disfrutar una vez que decidas nadar sin “los salvavidas” de un empleador:

  1. Flexibilidad: posibilidad de establecer horas y ritmos
  2. Aprendizaje práctico, continuo y diferente: oportunidad de tener un crecimiento como persona y como profesional
  3. Elección de tus círculos: la posibilidad de elegir a tus clientes y a tus colegas
  4. Control del futuro: adaptado a tu propia visión
  5. Oportunidad infinita de triunfar: si tu negocio tiene éxito, tu también lo tendrás

Sé que no es fácil hacer que un emprendimiento funcione, pero como te mencioné al principio, cada vez más personas la están intentando. Si quieres un cambio real y una evolución como persona y profesional, yo preferiría decir más adelante, lo intenté, en vez de terminar pensando ¿qué hubiera pasado sí…?

¡Buena suerte!