La vida profesional está llena de momentos inesperados. Algunos nos dejan tambaleando en estado de shock, de insatisfacción y de angustia; otros, si se manejan con cuidado e intención, tienen el potencial de convertirse en puntos catalíticos de transición de una etapa de la vida profesional a otra. En otras palabras, estos son “puntos de inflexión”: coyunturas fundamentales en las que un pequeño cambio puede tener un gran impacto en su futuro profesional. Desde el final de la universidad hasta el primer día en un nuevo trabajo, ascenso, incremento de responsabilidades, cambio de área u otro hito importante en la carrera profesional. Todos estos son ejemplos de momentos en los que podemos sentir que todo está cambiando en un instante. Pero ¿qué distingue a las personas que prosperan durante estos momentos en comparación con las que entran en un estado de cuestionamiento e insatisfacción personal? Es la forma en que responden al cambio lo que hace toda la diferencia. A continuación, se presentan algunos consejos para convertir los puntos de inflexión de la vida profesional en oportunidades de crecimiento.

1. Tomemos el tiempo para reflexionar antes de avanzar

Es natural que las personas quieran tomar medidas rápidamente cuando están en medio de un cuestionamiento o reflexión profesional o una decisión de cambio. Y a veces, ese acto de tomar medidas es exactamente lo que se necesita. Pero también es importante permitirse espacio y tiempo para procesar qué ha sucedido en nuestra trayectoria profesional y cómo ha evolucionado o cómo nos sentimos realmente al respecto antes de tomar decisiones apresuradas. Reflexionar sobre nuestros pensamientos y sentimientos puede ayudarnos a tomar mejores decisiones profesionales en el futuro.

2. Establezcamos lo que más nos importa y por qué

¿Qué queremos lograr en los próximos años? ¿Cuál es nuestra definición de éxito? ¿Por qué es importante para nosotros? Escribamos una lista de cuáles son esas cosas y por qué nos importan. Esto ayudará a guiar nuestras decisiones y nos pondrá en el camino correcto para la felicidad laboral a largo plazo.

3. Identifiquemos las habilidades que necesitaremos adquirir

Antes de entrar en un nuevo capítulo en nuestra vida personal y profesional, es importante identificar las habilidades que necesitamos adquirir. Ya sea que seamos una persona con poca trayectoria profesional, un aspirante a emprendedor, un nivel gerencial, alto directivo o simplemente estemos considerando un nuevo rol profesional, vale la pena investigar y determinar qué pasos se necesitarán para tener éxito a través de un cambio profesional. Un buen ejemplo de un cambio radical es cuando nos da la “locura” o nos mueve el interés por iniciar nuestro propio negocio, pero no tenemos ninguna experiencia de ser emprendedores. Tomémonos un tiempo ahora para identificar las habilidades que necesitaremos, sobre todo en las habilidades blandas, porque el conocimiento técnico estoy seguro de que lo tendrán, pero asegurémonos de que estas sean habilidades con las que nos sintamos cómodos antes de comenzar el viaje.

4. Encontremos caminos para comenzar a desarrollar esas habilidades desde ahora

Los puntos de inflexión de la vida profesional pueden ser desalentadores, pero también presentan una oportunidad para desarrollar habilidades que podrían no haber sido una prioridad antes. Por ejemplo, si queremos emprender y ahora estaremos a cargo de poner en marcha nuestra experiencia en restaurantes, hacia una persona creadora de nuevos sabores, menús, uso de alimentos saludables, tomémonos el tiempo para aprender a innovar en comidas saludables y crear nuestra propia comunidad de nicho. O, si nos acaban de ascender en un área diferente con otro perfil de personas a cargo, comencemos a investigar programas de desarrollo de liderazgo, apoyo a través de coaching y lo que podrían costar. Suena a sentido común, pero muchas personas posponen esto como prioridad cuando ya es demasiado tarde. Si no desarrollamos estas habilidades ahora, entonces cuando la vida profesional cambie, nos veremos obligados a adquirir conocimientos rápidamente y, con frecuencia, a un costo económico, emocional e intelectual alto.

5. Encontremos el apoyo de colegas, referentes y mentores

Es importante rodearse de personas que estarán allí para nosotros cuando los tiempos se pongan difíciles. Contar con un mentor también es útil porque pueden mostrarnos las diversas rutas y ofrecernos orientación y experiencia profesional. Si tenemos a un colega o un amigo que ha pasado por una experiencia similar, hablemos con ellos y pidamos consejo. Es posible que puedan ayudarnos a pensar en formas de lidiar con el cambio.

En conclusión, el mayor error que cometemos cuando nos sentimos abrumados por un cambio profesional es preocuparnos por el futuro. Es importante tener perspectiva y ser realista. “Preocuparse por el futuro sólo lo llevará hasta cierto punto”. Entendamos y administremos nuestros cambios en la vida profesional. Para no perder el equilibrio, para no pensar demasiado porque nuestro cerebro creará todo tipo de razones por las que las cosas no irán bien. Terminaremos haciendo más de lo que nos metió en este lío en primer lugar. Antes de que nos demos cuenta, nos convertiremos en nuestro peor enemigo. Entonces, en lugar de enfocarnos en cómo cambiarán las cosas, encaucemos a nuestro cerebro en cómo responderemos para crecer.