Hay que dirigir lo que hagamos con la mirada puesta en el largo plazo. Un sueño no se construye en un día, ni en un trimestre tampoco.

Grita para soñar, hagamos de la experiencia que ofrecemos un asunto de altos decibeles. Un asunto de gritar al máximo de nuestros pulmones. Exhibe tu exuberancia, abandona el mercado “común” y al final debemos concluir diciendo que hemos “logrado la satisfacción de un sueño” con expresión franca, corazón fuerte y un compromiso absoluto.